CORTE TUTELÓ DERECHOS DE PERSONAS PRIVADAS DE LA LIBERTAD Y DE FUNCIONARIOS DEL INPEC EN LA CÁRCEL LAS MERCEDES EN MONTERÍA PARA SUPERAR EL DESBORDAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES

La Sala Segunda de Revisión consideró que la Empresa Veolia Aguas de Montería y la USPEC violaron los derechos a la salud y dignidad de las personas privadas de la libertad en la cárcel Las Mercedes de Montería, así como el derecho a la salud y al trabajo en condiciones dignas de los trabajadores de ese centro penitenciario.

El análisis se hizo al resolver una acción de tutela que presentó un funcionario del centro carcelario al considerar que el establecimiento requiere el servicio de la empresa Veolia Aguas y la coordinación de la USPEC y el INPEC para el mejoramiento del sistema de alcantarillado interno y externo de aquel, toda vez que los servidores que allí laboran y las personas privadas de la libertad se encontraban en medio de “una emergencia sanitaria” por cuenta de un brote de tuberculosis.

Lo anterior, debido al mal funcionamiento de la red de alcantarillado que se encuentra al frente del centro penitenciario y a la antigüedad de la que opera en la parte interna de la cárcel. Además, el accionante aseguró que el centro penitenciario no tiene la capacidad suficiente para la evacuación de aguas residuales en relación con la cantidad de personas que se encuentran privadas de la libertad.

En primera instancia se negó el amparo y, en segunda instancia, se declaró improcedente. La Sala de Revisión revocó lo decidido en el proceso y protegió los derechos alegados, por considerar que existe una estrecha conexión entre el acceso a un adecuado sistema de alcantarillado y la realización de los derechos a la salud, a la privación digna de la libertad y al trabajo digno.

La Sala constató que se mantienen las afectaciones de salud de la población privada de la libertad, ante la presencia de diversas enfermedades que se han generado por el estancamiento y desbordamiento de las aguas residuales. Y, respecto de quienes se encuentran trabajando en el centro carcelario y penitenciario, también se ve amenazado ese derecho por la misma situación ocasionada por las condiciones ambientales y sanitarias.

En cuanto al derecho al trabajo de los servidores, la Sala consideró que está siendo afectado por la USPEC y por la empresa accionada por cuenta de las condiciones indignas en las que están obligados a laborar.

Para la Corte es claro que hay una inadecuada prestación del servicio de alcantarillado y, por tanto, ordenó a la empresa Veolia Aguas presentar ante la USPEC, el INPEC y la administración de la cárcel Las Mercedes de Montería, un plan detallado de prevención, evaluación y ejecución de las obras de alcantarillado, conforme al Plan de Saneamiento y Manejo de los Vertimientos del municipio, para evitar que las aguas residuales provenientes del establecimiento continúen desbordándose y represándose en el interior de la cárcel.

También ordenó a la dirección de la cárcel, al INPEC y a la USPEC que implementen una mesa de diálogo que permita establecer un plan de coordinación y gestión para remediar la situación actual del establecimiento en relación con el servicio de alcantarillado y saneamiento básico interno del establecimiento y que salvaguarde los derechos de las poblaciones afectadas.

De otro lado, ordenó a la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios que ejerza especial gestión, control y vigilancia sobre los contratos celebrados, que tienen como fin resolver los problemas de infraestructura relacionados con el sistema de alcantarillado del centro carcelario.

Corte tuteló derechos de personas privadas de la libertad y de funcionarios del INPEC en la Cárcel de Las Mercedes en Montería para superar el desbordamiento de aguas residuales en el establecimiento y garantizar con urgencia condiciones de sanidad adecuadas

La decisión se adoptó al resolver una acción de tutela presentada por un funcionario del centro carcelario, quien alegó que se requería lograr con urgencia la adecuada prestación del servicio a cargo de la empresa Veolia Aguas y la coordinación de la USPEC y el INPEC para el mejoramiento del sistema de alcantarillado interno y externo del establecimiento, toda vez que los servidores que allí laboran y las personas privadas de la libertad se encontraban en medio de “una emergencia sanitaria” por cuenta de un brote de tuberculosis.